martes, 18 de diciembre de 2012

Sueño y descanso


Los niños deben dormir un número determinado de horas para poder hacer frente a la actividad diaria. Desde el nacimiento han de regularizare los periodos de actividad y de reposo, para así adaptarlos a las condiciones ambientales.

Debería contar con su propio espacio para el descanso, ya no es aconsejable que duerma en el mismo cuarto que los adultos. Hasta los cinco años tienen que dormir siesta después de la comida. La escuela juega un papel crucial en la combinación de la actividad y el reposo.

Determinadas causa físicas, estados emocionales o alteraciones de sectores de la personalidad son los desencadenantes de episodios de intranquilidad, movimientos de miembros o crisis de terror.

Los padres tienen que dar alegría y seguridad al niño cuando vaya para la cama, ya que se debe huir de asociar la cama con un castigo. A parte, son los encargados de conocer los hábitos de sueño-vigilia, posibilidades de tarea-descanso de los niños para organizar espacios, horarios y tareas en función de la edad.

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