miércoles, 28 de noviembre de 2012

Salida de los dientes en el bebé

No a todos los bebés le salen con el mismo tiempo los dientes. El mayor o menor adelanto en la salida de los dientes es una característica individual, que varía de un niño a otro. Normalmente salen entre los 4 y los 6 mese de edad. El retraso de la aparición de los dientes no se debe a una carencia del calcio, ya que el niño obtiene la cantidad necesaria de este mineral en la dieta de los primeros años de vida. Algunos bebés tienen que esperar hasta los 12 meses, mientras que otros pueden nacer con alguno. Es lo que se conoce como "dientes congénitos", caso poco frecuente que no supone ningún riesgo para la salud. El proceso culmina alrededor de los dos años y medio, aunque se considera normal que unos lo consigan antes y que otros tengan que esperar un poco más.

La salida de los dientes normalmente viene acompañada de ligeros problemas para el niño como fiebre y resfriado y, a veces, incluso, de diarrea. Es normal que el niño esté irritable, que se lleve los dedos y los puños de las manos a la boca con mucha frecuencia, que su babeo sea más abundante de lo habitual y que tenga problemas para dormirse.


El orden de aparición de los dientes es distinto de unos niños a otros y, en el tiempo de la aparición juega un papel muy importante la genética. Si la primera dentición de los padres fue temprana, lo habitual es que a sus hijos les ocurra lo mismo. Los dientes que salen más tarde están mejor formados y su dentina es más resistente a la formación de caries. 
Lo habitual es que primero salgan los incisivos centrales inferiores, luego los superiores, después los dientes laterales inferiores y superiores, posteriormente los primeros molares, luego los caninos y por último los segundos molares inferiores y superiores.




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