La hernia umbilical es un abultamiento hacia afuera en el área alrededor del ombligo del niño. No es una alteración maligna y está provocada por el cierre incompleto del anillo umbilical, lugar por donde pasaban las arterias y venas para la alimentación intrauterina del bebé. Suelen ser más frecuentes en niños prematuros.
El único signo que hay habitualmente es el abultamiento de la zona del ombligo al presionarlo con las manos. Este abultamiento suele aumentar y notarse a simple vista cuando el niño tose, llora, cuando se sienta o cuando se esfuerza para evacuar.
Habitualmente el diagnóstico lo hace el médico con una simple valoración física aunque a veces se ayuda de una radiografía para evaluar su estado. Raramente necesitan tratamiento porque suelen cerrar solas antes de los 5 años aproximadamente, de no ser así se puede valorar una posible cirugía.
Además de curarse por si sola al niño no suele causarle ningún tipo de dolor y lo único que suele producir es la preocupación de los padres.