jueves, 29 de noviembre de 2012

Pies planos


El pie plano se define por la ausencia del arco normal de la planta del pie de los niños. Así los niños caminan apoyando la planta del pie sobre el suelo, cuando lo correcto sería que apoyaran la punta, el talón y el borde externo. No es un problema grave pero si muy frecuente.

La acumulación de grasa unida a la debilidad de los ligamentos, hacen que los pies de los bebés no presenten el arco en su planta. Este se desarrolla progresivamente a medida que la musculatura de los pies se va fortaleciendo. A partir de los 2 o 3 años de edad suele aparecer el arco interno en sus pies. Los pies planos suelen acompañarse de una desviación del talón hacia fuera.
Si pedimos al niño que se ponga de puntillas podemos comprobar como se aprecia el arco en la parte interna de la planta, y la posición del talón se rectifica. Estos pies se les conoce como “pies planos flexible”. Por el contrario, los “pies planos rígidos” son aquellos que no se corrigen haciendo al niño que se ponga de puntillas, deben considerarse patológicos y suelen deberse a malformaciones de los huesos o articulaciones del pie.
Si el niño presenta dolor de pies, dolor en el tobillo o dolor en la parte baja de la pierna, puede ser síntoma de pie plano. Ante esta situación los padres deben consultar al pediatra del niño, quién hará una valoración por si  necesita la atención de un especialista o no.

Es bueno que el niño realice ejercicios que favorezcan el fortalecimiento de la musculatura de la planta del pie, como caminar descalzo por la arena, caminar de puntillas y de talones, hacer movimientos circulares en la punta de los pies e intentar coger objetos con los dedos de los pies. A parte de los dolores, los niños con pies planos pueden sentir calambres musculares así como otras molestias, por lo que es recomendable que se lleve a un niño a un especialista en ortopedia infantil.

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