lunes, 17 de diciembre de 2012

Mononucleosis

La mononucleosis infecciosa suele estar causada por el virus Epstein-Barr y se contagia a través de la saliva, motivo por el cual se conoce como “la enfermedad del beso”. Afecta a niños de cualquier edad, pero es más frecuente a partir de los cuatro años.

Los síntomas característicos de la mononucleosis son fiebre alta (puede llegar a 40º C), inflamación y dolor de garganta, en muchos casos con placas de color blanquecino-grisáceo, inflamación de los ganglios (fundamentalmente los del cuello), rinitis (mocos), malestar y cansancio, mal aliento, hinchazón de párpados, tos y aumento del tamaño del hígado y del bazo (aumento que detecta el médico al realizar la exploración del niño). 


Aunque muchas veces puede confundirse con una faringitis bacteriana (inflamación y dolor de garganta con placas, fiebre, ganglios del cuello inflamados...), los síntomas suelen orientar al médico: si el niño presenta el hígado y el bazo aumentados, esto le pone en la pista de la mononucleosis. Además, hay otro síntoma que diferencia a ésta de una infección bacteriana: la rinitis.

Para confirmar el diagnóstico es necesario un análisis de sangre para detectar anticuerpos contra el virus de Epstein-Barr y comprobar si las transaminasas (enzimas presentes en el suero sanguíneo) están altas.


Existen otros virus que pueden provocar mononucleosis:

  • CitomegalovirusLos síntomas que produce son similares a los del virus Epstein-Barr. El niño presenta fiebre alta, inflamación de los ganglios y aumento del tamaño del hígado y del bazo. No suele producir placas blancas en la garganta y, si las hay, son pequeñas. La diferencia con el Epstein-Barr es que se suele adquirir antes, por lo que afecta más a niños menores de cuatro años. La duración es similar y el diagnóstico también se confirma con análisis.
  • Herpes simple virusPuede dar lugar a un síndrome mononucleósico caracterizado por fiebre alta, inflamación y dolor de garganta y ganglios. En algunos casos, pueden aparecer placas pequeñas en la garganta y es raro que haya inflamación del hígado y del bazo. Este virus es muy frecuente en el niño y cuando se contrae por primera vez origina llagas blancas en la boca, muy dolorosas, que le impiden comer. Se recomienda darle mucho líquido y evitar bebidas ácidas, como el zumo de naranja. 

Normalmente cursa de forma leve y por eso no es necesario el uso de medicamentos, se nos explica en el siguiente vídeo:

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