Es normal que cuando los niños están
aprendiendo a andar se caigan. Cuando el pequeño sufre un golpe siempre
es motivo de preocupación. Se debe tener en cuenta que no todos los
golpes causarán graves daños al niño, a veces solo será un susto
de ambos, pero no por ello debes despreocuparte.
Lo primero que se debe hacer es revisar
que no se haya golpeado la cabeza, si esto sucede es recomendable que
asista a un centro médico. La intensidad de las lesiones depende de
la altura, el modo y la velocidad con que se caiga el niño. Si
pasado un par de horas observas que el pequeño está inquieto,
presenta vómito o cualquier indicio de un comportamiento anormal,
acude a un centro de salud.
Evita que duerma inmediatamente después
del golpe, trata que pasen algunas horas antes de que vuelva a
descansar. Tras la caída no debes de ponerte
nerviosa ni gritar, el niño puede asustarse más de lo que está.
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